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— JIJI — aquella. que tuvo su principio y nacimiento de la boca del Altísimo? (8) ¿Quién pues será esta Ciudad? ¿ Pero quién ha de ser sino María Santísima, que en el instante primero de su Concepción Inmaculada, la acre- dita su gracia casi inmensa Ciudad de Jerusalén nueva, que baja del Cielo y nace de Dios para re- fugio y amparo de los hombres? ¿No veis que el sagrado Evangelista la llama nueva, que es lo mis- mo que en su primer sér? Aun por eso dijo David, hablando de ella, que entonces se fundaba ó edi- ficaba: fundatur: para darnos á entender, que ese ver el Evangelista á Maria como Ciudad nueva, era mirarla en su Concepción, porque entonces como Ciudad se edificaba, ó recibía su sér; Jeru- salem, que edificatur ut Civitas (9). No es violenta la interpretación de este lugar del Apocalipsis, pues además de otros motivos lo convence fácil mente la. razón; y si no, decidme: ¿Qué cosa mús nueva que concebirse en gracia uba pura criatu ra? ¿Qué cosa más nueva que ser exenta de culpa porla gracia, la que por naturaleza debía contraer la por ser hija de Adán? ¿Qué cosa más nueva que el modo de concebirse María tan lleno de prodi gios y maravillas, úsólo su Hacedor manifiestas? Por esto también dice, que bajaba del Cielo y de Dios, porque Ciudad tan prodigiosa, y tan lle- na de hermosura, aun en su primer ser no puede 8) Ecles, 24 5. (9) Psalm. 121. 3.
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