BCCPAM000594-2-06p07d00000000

Á Alabada sea la Santísima Prinidad e Beatus venter, quí te portavit. Sax Lve. cav. 11. MER. BIENAVENTURADO ES EL VIENTRE: QUE TE LLEVÓ, Con singular alegria de toda la tierra se funda ó edifica el Monte Sión (1), que es la Ciudad de David (2). Esta es aquella Ciudad del gran Rey, en cuyas casas, como dice el Real Profeta, será Dios conocido (3), en la que se unieron y junta ron los Reyes de la tierra, que admirados al verla tan singular, exclamaron: verdaderamente, así como lo oimos así lo vimos en esta Ciudad del Se- ñor de las virtudes, en esta Ciudad de nuéstro Dios, la: cual El fundó. y estableció para siempre. Todo esto nos lo dice David en el salmo 47; y sin duda, que según estas señas, es esta Ciudad prodi- giosa, aquella misma que vió en su Apocalipsis el Evangelista S. Juan bajar del Cielo y de Dios, pero no antigua, sino nueva: Vidi civitatem sanctam Je- (WM) Psalm. 47. 3. 3) Psalm. 47. 2) 2 Reg.c.5.1.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz