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10— cielo, no es mucho fuese tan: privilegiada; eslo sí, que fuese tanta su gracia, aun en su primer ins- tarite que llegase á verla el: Evangelista, como Ciudad de refugio, dada por Dios á.los hombres para su remedio; que tampoco en David; fué lo más extraño pasase del tabernáculo de los pasto- res, al tronoy palacio de los Reyes; ni que siendo joven des] redazaseal oso ó destrozase al león, sin más armas que, $us manos, (27) sino queéaun, en $us. juveniles años fuese tanto su. valor, que sin más. armas que su esfuerzo, quitase el oprobio de Israel (28), y: encomendase Dios á su euidado la defensa y seguridad de su pueblo (29) Esto si que es gloria y. honra de David, y esto sí también es: prueba de la casi inmensa magnitud de la gra: cia de María, mi Señora, en su Concepción dicho: sa, por ser especial prerrogativa con que fué pri: vilegiada, comodo fueron aquellas ciudades, que puso Dios de refugio á los hijos de Israel en la tierra prometida (30). Pero ¿cómo no había de ser asícon la que Dios había escogido para madre del Unigénito, si-en ella se ven y admiran juntas todas las gracias de los ángeles y santos, como lo. demuestra su Duleí- simo nombre de María, el cual, como afirma San Alberto Magno, es el conjunto de las gracias todas. Congregaliones gratiarum appellanit María, media producta? (31). Por eso dijo el Real Profeta que es- 27) 1. Reg. 17.34 2) ?. Reg. 5.2 (31) 8. Alb. Magn. 28) Ibid. v, 36. 30): Núm, 95.11. de Land Virg. e. 162%