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SERMON PANEGIRICO ¥ SOBRE LA ee INMIACULADA CONCEPCION DE MARIA SANTISIMA. ee Pen * Una est columba mea, perfecta mea, una est electa, _ (CANT. CanT., cap. vi, vers. 8.) Una es mi paloma, una mi perfecta, una mi escogida. Desde la mas remota eternidad veia Dios en su enten- _ dimiento delineadas las virtudes de aquellas almas que, encantadas de la hermosura del Esposo, irian tras el suave aroma de sus ungiientos. Desde enténces se complacia en - contemplarlas tan bellas, no encontrando sino dotes los mas relevantes capaces de encantarlo y enamorarlo, pues despues de haber elogiado por partés su hermosura, con- fiesa en el libro de los Cantares que se halla herido de amor hasta por la preciosa cabellera que adorna 4 las almas justas; es decir, hasta por las obras mds pequefias y de poca monta, que tal significan los cabellos de la Esposa que hirieron el corazon de su amado, ; Qué motivo de ale- gria para el corazon del justo el considerar que desde el — principio de los siglos eternos, Dios lo tiene presente en su esencia divina, y lo mira como un objeto de sus mayores delicias! Si; todas las almas santas son preciosas 4 los ojos de Dios : de todas est4 enamorado este Esposo divi- no; en ninguna encuentra fealdad; todas tienen sus me- jillas mas hermosas que la tortolita, para ser dignas de

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