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el régio é inspirado bardo del pueblo de Dios; la misma que en la efusion del amor dirige tambien al cielo toda alma reconocida 4 los favores divinos; y no de lostur- bios manantiales de la 4rida razon, no de los elementos de la delirante filosoffa humana pueden emanar tan sua- ves y tiernos acentos, sino de la sublime inspiracion del cielo, que da una elocuencia castiza a las lenguas bal- bucientes, y enciende en corazones de carne el fuego que abrasa y consuela 4 los espiritus. .Y esta misma plegaria dirijo yo al cielo, sefiores, desde luégo 4 nombre mio, porque hoy por primera vez subo 4 la catedra sagrada despues que el Sefior me visité con mano piadosa, salvandome de la muerte, mas por las oraciones de almas generosas que por mis méritos, y en seguida & nombre de almas piadosas y fervientes, de quienes he recibido el cargo de bendecir y loar publica- mente el nombre del Sefior por las misericordias y gra- -Cias que de su.mano han recibido. Sf; el genio del mal con su énlutado manto intenté franquear las puertas del hogar pacifico y honrado, para .. arrancar 4 hidalga cabeza el lduro de la honradez, y su- mir en.aguas de amargura corazones que se mecian, como el arbusto entre las frescas brisas, en las dulzuras ~ de la paz y de la dicha. Pero en el mismo dintel se detu= vo el infando genio; una mano divina le opuso alto va- lladar, para que no osase penétrar en la morada que guardaba el cielo; era lamano de Marfa. : Y¥ 4cémo sucediera de otro modo? 4 Quién ha invocado este augusto nombre sin sentir los auxilios de su protec- cion ? ¢Quién se ha puesto bajo la tutela de Maria, y ha perecido? gCémo la purisima Maria dejaria de socorrer_ al que, viendo manchado el terso cristal de su vida por negra sombra que arrojé ajena mano, la invocaba para que quedase salva su hidalguia, intacta su buena fé, y acrisolada su lealtad? Oyé, pues, Maria la oracion de sus