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iA + * * / " ¢, _ 520 ‘ _var la vida del cautivo para utilizarse de ella, y tener la gloria de hacerlo renegar 4 fuerza de sufrimientos pro- — longados; es decir, que la Religion se veia cubierta de oprobio en medio de sus hijos, que no observaban sus ma- ximas, y en medio de sus enemigos, que veian cada dia blasfemado el nombre de Cristo por los muchos que lo negaban. Desengafiémonos: la ciencia humana con todos sus recursos no hubiera podido preparar jamas un dique & este torrente de males; opondria ejércitos a ejércitos, fuerzas 4 fuerzas; mas al fin, si muchas veces se ale- _ graba en sus victorias, mas de una vez lloré su venci- miento y sus derrotas. Despues de calcular los medios de sacudir el yugo sarraceno; despues de combinar y discur- rir por largo tiempo, no hubiera hecho tanto como hizo Marfa en un momento. Compadecida Esta de los males del pueblo que miraba con predileccion, y deseosa de repa— rarlos, ha sacado de antemano del pais de los Albigenses a Pedro Nolasco, y le ha conducido al suelo eminente- mente catdlico y devoto de, Maria ; alli ha sido testigo del denodado valor con que el cristiano ibero pelea por arro- jar de sus hermosas ciudades al barbaro, que no pusiera en ellas sus plantas sin destruir las aras de Jesus; alli ha visto familias enteras envueltas en lagrimas por haber perdido su tinico sosten, que, léjos de su hogar, yace en © los oscuros calabozos de la morisma; alli ha empleado- todo su rico patrimonio en sacar de entre los infieles & muchos cristianos; alli..., mas no intento panegirizar & este héroe de la caridad ; sélo diré que, cuidadoso por el : bien universal, no teniendo de qué echar mano para con- tinuar su empresa noble y caballeresca, y ansioso por ser esclavo para que otros quedasen libres, dirigiéd sus votos al cielo, -ya que no encontraba entre los hombres lo que deseaba. Aqui es donde queda confundida la filosofia del siglo; aqui son avergonzados esos sabios del mundo que, x a “Es - oe 2 a 235 tora . Gedaines i oa