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“Jibertad de los cautivos; quedar eargados con las cadenas que abrumaban al cristiano en la mazmorra del moro, eran empresas inaccesibles 4 la débil razon del hombre; pero la Religion inspira siempre pensamientos infinita- mente superiores 4 la filosofia carnal. La aparicion de Maria 4 Pedro Nolasco hubiera sido un favor personal para este justo, si sdlo se hubiese ceiiido 4 dispensarle alguna gracia individual; mas la aparicion para instruirle en el medio que habia de adoptar para redimir al cauti- vo, es un favor universal, dispensado por la mediacion de aquel Patriarca 4 todos los hombres. Esta es la obra grande que va 4 ser el objeto de mi discurso y de vuestra -atencion religiosa; yes tanto mas grande y admirable, ‘cuanto mds exprime la gran obra dela redencion del hom- bre ejecutada por el Hijo de Dios. Magna et mirabilia sunt opera tua Domine , Deus Oninipotens. Justo es joh Madre de Dios! que al enunciar una obra -que exclusivamente os pertenece, inspireis4 un ministro de vuestro Hijo palabras dignas del mini terio augusto que en este momento debo ejercer; para mover tu pia- doso corazon permiteme que, postrado 4 tus régias plan- tas, repita las palabras con que Gabriel anunciara al mundo la llegada de la redencion. Ave Maria. Cuando el hombre se asimila en sus obras 4 las del Altisimo, necesariamente ha de dar 4 luz cosas grandes y estupendas. Voy 4 explicarme. No es posible que haya una asimilacion natural en el obrar entre dos séres que distan entre si infinitamente ; la creacion stibita de los cielos y la tierra, la producéion instantanea de las plan- tas y delos frutos, la formacion de las bestias y reptiles, son pata Dios obras de poca monta; matizar los azula- dos cielos con innumerables estrellas, empastar en un