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£ bee, Bs: Ry B E- by Bs é bs Bes i i plos de sus riquezas, & Maria de los dones que la han hecho sus hijos, que yo les repetiré siempre lo que un escritor nada sospechoso para la impiedad decia no ha mucho tiempo 4 unos libertinos rapaces: «jInsensatos! 4 Esté la creencia en esas bellisimas pinturas que habeis sacado de los templos? g Esta la fé en esos bajo-relieves que vuestro martillo destructor ha pulverizado ? Ellaesta en los corazones, donde no podeis apagarla ; en las almas, 4 donde no llega vuestra mano rapaz; en las conciencias, en donde la Religion os condena; en el universo, en que habla 4 todos los hombres; en el cielo, donde os juzgara. iDestructores imbéciles ; gritasteis victoria ! ¢Dénde esta “vuestra victoria? Los templos de Maria ya no son ricos, pero son sagrados , siempre sagrados; estan desnudos de alhajas, pero siempre llenos de devotos ; ha desaparecido la rica pompa, mas ha quedado siempre el culto; ya no nos podemos postrar sobre el precioso marmol, pero llora- remos en el duro suelo.» Si; cuando el racionalismo filo- s6fico ha aparecido destruyendo el culto de Maria y sa- queando sus imagenes, la fé de sus hijos ha crecido mas y mis; antes casi todos los meses tenian alguna fiesta de Maria, en que los catdlicos la alababan particularmente; ahora, no contentos con esto, la dedican un mes entero, el mes de Mayo , que ya no se conoce en Europa sino por El Mes de Maria. Y cuidado, amados mios, que esta de-_ vocion nacié en Italia y se. introdujo en Francia poco antes que subiera al cadalso el justo Luis XVI, es decir, cuando el racionalismo empezaba 4 cantar victoria. Hemos recorrido los siglos, y hemos visto cumplida en todas las generaciones la profecia de Maria, pues todas la han llamado dichosa y bienaventurada. Pero nuestras observaciones no serian completas si pasasemos por los acontecimientos con rapidez; retrocedamos, pues, y con. vuelo rapido atravesemos todas las épocas nuevamente. Ya cuando Maria entonara su cantico existia una,cor-