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maenepemenn 7 F Soo unaneN amados hermanos, y apresuraos 4 saludarla, lamandola con el angel bendita entre todas las mujeres. wy Ave Maria. El plan concebido en la mente divina para salvar al hombre es tan redundante en amor, que no es posible estudiarlo sin que el alma quede envuelta en la red ver- daderamente inmensa de caridad que Dios arrojé sobre . la tierra al realizarlo. Pero el resorte que parece estaba _destinado a mover el. gran peso del amor divino, 4 mani- festarlo, 4 derramarlo , 4 darlo 4 conocer 4 los hombres, es lo que hay mas arrobador del espiritu y mds encanta- dor del corazon en este plan admirable de la redencion. Este resorte es aquella Mujer 4 quien Dios mismo man- dé llamar bendita entre todas las mujeres. (Luc., capi- tulo 1, 26.) . El plan divino en esta obra de la caridad infinita no se limita 4 redimir al hombre, sino que se extiende @ la unificacion del cielo y Ja tierra. Dios queria fundar el reino del amof, en el cual no hubiese sino paz, caridad, amistad, felicidad, unidad, por fin, pero unidad tan per- fecta, que los saben fuesen todos una misma cosa en el vinculo del amor, asi como el mismo Padre eterno es una cosa en su naturaleza con el Hijo y el Espiritu San- to, no obstante que son tres personas realmente distintas (Joan., cap. xvi, 21). Dios, que es padre de los hombres p oa los ama con indecible caridad, y veia que estos no lo co— nocian, 6 lo conocian mal, y que estaban alejados de fi, queria hacer de y de los hombres una familia en la cual” campease un amor puro, tierno, cariiioso, feliz, desintere- sado, que atrajese 4 todos los hombres 4 su corazon, para que éstos lo llamasen con toda la efusion desu alma Pa- — dre, asi como £1 los llamaba a todos sin distincion hijos. A esto esta reducido el plan divino, como nos lo descubre

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