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24 ridad, porque es humilde hasta un extremo inconcebible, lo debemos publicar nosotros y anunciarlo al mundo en- tero con voces que lleguen de confin 4 confin. 4 Y sabeis, amados hermanos, cual es esa gran verdad que se des- prende del cantico de la Virgen? Un gran secreto del co= razon de Dios, lo que forma las delicias de la augusta Trinidad, lo que era el dnsia misteriosa del linaje huma- no, lo que hace risueiia ala misma justicia divina, lo que da envidia 4 los angeles, lo que es el balsamo del alma pecadora, lo que hace bienaventurado en este mundo al desterrado, lo que produce en nosotros, no alegria, ni gozo, ni contento, ni placer, sino arrobamiento, deliquio celestial, éxtasis ; lo diré de una vez: es que esa misma Virgen, que atribuye todas las obras de Dios 4 su mise- ricordia, es la que la ha de administrar 4 los hombres, — por ser Ella la Madre de esa misma misericordia y la te- sorera que la guarda y la reparte 4 los mortales. Puesta esta ya de manifiesto la verdad mas consola- dora que puede presentarse a nuestros corazones, pues somos todos hijos de esa misma Virgen. Y es esto mis- mo lo que voy a explanar en este dia, en que celebramos con la Iglesia catdlica su nacimiento. Vengan aqui los que vacilan, los que dudan, los que temen, los que estan atollados en el mismo lozadal de los vicios, y oigan un suave rumor que va 4 llevar 4sus almas la fé, la espe- ranza, el vigor y la resolucion. Vengan esos. hombres que tienen un corazon recto, que aman las bellezas celes- tiales, y suspiran por ellas, pues van 4 verse bafados de tanta dicha con.sdlo oir este dulce eco que baja del cie- lo, que han de creerse ya moradores de la patria de los bienaventurados. Vengan todos,y oigan lo que tal dia como hoy cantaron sin duda los angeles. Ha nacido una nifa que ha de ser la dispensadora de la misericordia divina; el linaje humano, huérfano y desamparado, tiene ya una Madre que lo esde misericordia. Venid todos, mis