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su concepcion con un amor de hijo, amor el mas grande _que puede imaginarse, porque el amor hacia una madre no tiene semejante ni en su intension ni-en sus limites; gracia singular, porque las que se dan 4 los Santos son gracias dadas 4 hijos adoptivos , pero la que se did & Ma- ria fué como aquélla que, siendo Madre, se sentaria un dia junto al trono de su Hijo para estar como perdida entre los resplandores de su divinidad. ;Oh Dios inmor- tal! ; Cuamtas y cuan abundantes no serian las gracias de que estuvieron llenos tantos Patriarcas santisimos - que existieron antes que Maria! jCudn ricos y cargados hemos visto & otros que vivieron despues de Ella! ; Un Discipulo amado del Salvador! ;Un Pedro, columna y fundamento de la Iglesia! ; Un Bautista precursor! ; Un Francisco de Asis! ;Un Javier! ;Tantos portentos que asombran 4 los mismos incrédulos! ; Tanto ejército de martires! ;Tanto ntimero de virgenes ! Y, con todo, Maria es superior 4 todos y 4 cada uno; y desde su primer ins- tante tenia Ella mas santidad que todos los Santos jun- tos en su consumacion. Desde enténces fué enriquecida, no sdlo de la gracia santificante, ‘sino de todas las demas , tanto teoldgicas como morales; todos los dones del Espititn Santo se aposentaron en su alma; todos los habitos que ordinaria- mente no se dan, sino que se adquieren con la repeticion de los actos, le fueron infundidos; y en vista de esto, no nos admiremos que su concepcion sea comparada en la Escritura la aurora: Quasi aurora consurgens. No sélo es Maria en su Concepcion como la aurora por ser Madre de Jesus, que es el sol de justicia , sino por haber tenidoella sola todas las virtudes de los Santos de uno y otro Tes- tamento. Oidme atin por unos momentos. Todos sabemos que la aurora participa de dos limites ; de los de la noche que pasa, y de los del dia que llega, recogiendo de uno y ~ otro cuanto tienen de mas precioso: de la noche, los sue- =