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Asi es, amados mios; la primera empresa y la mds gloriosa del Redentor fué ésta; conducido en alas de su — amor hacia los hombres, bajaba desde el alto cielo para - desposarse con la naturaleza humana, que amaba con amor infinito desde que la crié; por su bondad inefable quiso unirse para siempre con ella con lazos eternos é indisolubles, y al mismo tiempo que habia decretado su bajada del cielo, decreté tambien la existencia de su Ma- ‘dre, de la cual no quiso jamas separarse , aunque podia por si solo obrar la redencion y reconciliacion humana. Deseoso de nueva presa, y de presa tan escogida, sale de su cueva el rugiente ménstruo, y se levanta el raptor violento de las gentes para apoderarse de la virgen des- tinada 4 ser Madre de Dios. Lo diremos para gloria del Hijo y de la Madre: ésta, como hija de padres débiles, no tuyiera alientos para resistir sola 4 las impetuosas garras del dragon infernal; pero le salid al encuentro su Hijo,y miéntras iba 4 pasar su Madre, cuando Dios laiba a sacar de la nada para que empezase 4 existir, destrozando & la espantosa y horrenda bestia, la arrojé al abismo de donde os saliera para que su Madre no tuviera ni aun el disgusto de ver su cadaver ensangrentado y destrozado. ;Oh re- dencion bellisima, singular y especialmente cara 4 los ojos de Maria! Yo nocreo que jamas sualmafueseinun- — . dada de mayores gozos que cuando pensaba que su pu- reza original era el fruto suave de la Cruz de su Hijo, y de la sangre que derramara en el Calvario. ' Pero 4qué hago'yo, amados mios, en demostraros que Maria, en el primer instante de su concepcion inmacu- lada , fué singularmente amada sobre todos los hombres, ‘ cuando excedié en aquel punto mismo 4 todos los 4nge- les, por sublimes y encantadores que sean? Porque, de- jando 4 un lado todos los dones con que sucesivamente la enriquecié Dios; dones que mi lengua no puede enu- merar, sdlo con presentaros el cuadro de lo que fué en el