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42 a gat transeans. (Psal. oxL, 10.) Los desventurados mortales - yacian heridos por los salteadores de los caminos, y re- vivieron por los cuidados del piadoso Samaritano; pero - este mismo Samaritano defiende a su Madre para que ‘no sucumba: Singulariter, etc.; fueron presa de las garras de la bestia infernal cuantos pasaron de la nada a la exis- tencia. Jesus con su sangre despojé al fuerte armado, pero despedazé los dientes de la bestia para que no hicie- sen la mas minima lesion 4 Maria: Singulariter sum ego, etc. Y qué: ,no tenia Jesus la fuerza suficiente para consumar esta hazafia? En una empresa tan gloriosa para El, screemos que tuvo ménos cuidado de su’ Madre divi- na, que el que tuviera el fuerte Sanson de su propia ma- dre terrena? Bajaba este jéven robusto de su pais a otro extrailo para desposarse con una jéven, amadade él apa- sionadamente desde el punto que la viera por primera vez; tras de él caminaba su madre, compafiera de su viaje, cuando, al entrar en los limites de los filisteos, empieza a temblar el bosque con los espantosos rugidos de un leon, que, encarnizado y avezado con la sangre humana, se preparaba a manchar sus garras endos vic- timas. Nada temeroso por su propia vida, sdlo piensa. Sanson en proteger 4 su madre; ; jamas uso de sus fuerzas coun mas heroismo y gallardia; y adelantandose, miéntras el ménstruo posesionado del camino abria sus’ horrendas fauces para tragarlo, se arroja intrépido sobre él, y to- mandolo por las mandibulas, forcejea con él, lo vence y lo despedaza, no de otro modo que si fuera un corderillo recien nacido. Siendo, pues, Sanson una de las figuras de Jesucristo, segun todos los Padres y Doctores, figuras de que esta lleno el Viejo Testamento, yen las cuales . Dios fué delineando la vida de su Hijo, gpor qué no di- remos nosotros que, asi como la primera hazaiia del fuerte _ Sanson fué librar & su madre de las ufias del fiero leon, Jo fué tambien en Jesus el preservar a la suya? ‘