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- substancialmente en el Hijo todas las perfecciones de la naturaleza divina del Padre , exceptuando las que competen 4 cada persona por su existencia hipostatica, las que son incomunicables, asi tambien en la genera- cion temporal la madre tuviese en si, mediante la gene=— racion del Verbo, las mismas perfecciones que éste, ex) cepto aquellas is esencialmente competen al Verbo por ~ la. union de las dos: naturalezas, divina y humana. 4 Fué siempre Santo el Hijo? Santa debia ser siempre la Madre; 4siempre inocente el Hijo? siempre inocente la Madre; , 4siempre inmaculado el Hijo? siempre inmaculada la Ma-. dre; ,apartado siempre el Hijo de los pecadores, y ele- vado mas que los cielos? siempre, pues, apartada la Ma- dre del pecado, y elevada mas que todos los cielos. gY podria ser esto asi, si ni por un momento hubiese reina- do el pecado en su alma santisima? ;Ah, no! Pues sdlo esto bastaba para hacer desemejantes & la Madre yal Hijo; pero no lo permitié Dios, dice el mismo Doctor. Agustin, «porque asi como el Hijo tiene en el cielo un. Padre inmortal, tiene en la tierra una Madre, pero una Madre incorrupta y sin mancha.» (Serm. xx ad Fratr., in Esem.) Y g4pemsaremos acaso que por estas excelencias de Maria quede su Hijo privado de la gloria de ser Redentor, y Ella del bello titulo de Redimida? Léjos de nosotros tal: idea; fué Redentor el Hijo, fué redimida la Madre, pero’ de un modo tinico y singular,y exclusivamente propio 4 — Maria. Si; singular y nuevo, segun los Agustinos y Dio- nisios; pero real y verdadero; especial y mds noble, pues mas es preservar de la caida que levantar al que quedé. postrado. Desgraciadamente caian todos en las redes que. | tendia el demonio en el camino que conduce 4 la vida, y por los méritos de Jesus fueron desenredados; pero Jesus obtuvo con sus méritos que Maria no cayese en ellas:’ Cadent in retiaculo ejus, singulariter sum ego donec