BCCPAM000591-3-11000000000000

Feliz era Adan en el periodo de su inocencia: su alma. ‘inmortal por naturaleza, su cuerpo lo seria por gracia; la muerte hubiera sido un suefio descansado; frio , calor, hambre, desnudez, afliccion, no cabrian en al ni en sus ‘hijos; era amado y querido de Dios, trataba familiar- mente con él, estaba adornado de toda ciencia; pero -tuyvo una vana curiosidad: por curiosidad se arrimé al drbol vedado; por curiosidad tomé su fruta, y tanto se dej6 arrastrar de la curiosidad vana, que quiso saber lo mismo que Dios: Lritis sicut Dit scientes bonum et malum; 'y al cabo de tanta curiosidad , pecd, ultrajé 4 su bienhe- chor, qued6 proscrito y toda su descendencia, y conde- nado @ los trabajos y muerte que no ignorais. ;Y 4 esta vana curiosidad se debe la idolatria y excesos vergon- zosos en que estuvo envuelto el mundo cuatro mil aiios; a ésta se debe la destruccion del género humano en el diluvio, y, por fin, se debe 4 esta vana curiosidad el que el infierno esté poblado de hombres que Dios crié para que fuesen felices : la curiosidad es un entretenimiento! jAh! Ved si lo fué en David y en Pedro: por curiosidad se puso aquél en su balcon, vid una mujer, quiso saber quién era, quiso mirarla mas de cerca; la llama, la ha- bla, y... no necesito decir lo restante; sdlo si diré que por la vana curiosidad David se convirtid, de Rey Santo, en tirano, déspota, aduiltero y homicida. Por curiosidad fué Pedro éa casa del Pontifice, para ver en qué paraba su Maestro: ut videret finem; la intencion fué buena, dice San Hilario..., pero el resultado fué funesto: el walithite, el heréico Pedro negé tres veces 4 su Maestro, y yo pu- diera traer otros ejemplos sin niimero de vana curiosidad y de sus resultados desgraciados; pero repito y afirmo que la poca caridad que se ve en nuestro siglo, el amor tibio que reina entre los hombres, la indiferencia con que se observan los dogmas y la moral de la fé por los cris- tianos, son efecto de la vana curiosidad.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz