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564 mirar para salir sus imitadores. Como cristianos, nues- tro amor 4 nuestrdés hermanos ha de ser grande, como lo fué el de Maria, y el que tengamos 4 nuestro Dios no ha de conocer término ni medida ; y de él ha de salir aquella fortaleza que no conoce peligros , que arrostra con todos los obstaculos, que vence todas las dificultades y nos hace en el servicio de Dios y en el sacrificio que debamos hacer de nosotros por el prdjimo, superiores 4 los ange- les y 4 los hombres, 4 los principados y potestades, 4 los tormentos, 4 las persecuciones, 4 la epee y la muerte. (Ad Rom., cap. Vil, vers. 38.) ;Hasta cuando, pues, seremos insensibles 4 un lla- mamiento tan ations como éste? ,Hasta cuando demostra- remos nuestra debilidad, hijos de Maria, porque lo sere- -mos én el nombre? Al pié de la cruz nos engendré, «y alla, diceel Damasceno, padecié todos los dolores de que habia escapado al dar 4 luz 4 su hijo natural.» (Zid. 1v, De fide Orthodow.) No desmintamos , pues, lo que somos; la mayor gloria de los hijos es ser un vivo retrato de sus padres; teniendo una Madre tan tierna, no nos hagamos de bronce para con nuestros hermanos afligidos; tenien= do una Madre tan herdica, no sucumbamos 4 los ataques del mundo ni 4 las asechanzas del demonio. Sea Maria nuestro modelo en el sufrimiento de los trabajos dela vida, y ella nos ayudara 4 sobrellevarlos con el sesctees y valor que despleg6 al pié de lacruz. . "$i; Madre la mas tierna; de vuestro amor para con los hombres lo esperamos todo; no dudamos que siempre nos habeis de proteger ; y fersuadides de esta verdad, no tememos al mundo ni al demonio, aunque nos acometa con toda su furia; recibid ; pues, nuestros corazones; mi- rad como tierna Madre por todos los que estamos en este sagrado recinto ; derramad copiosas gracias sobre las al- mas dichosas que han consagrado este dia 4 vuestra memoria, y si algun dia la afliccion ocupare su corazon, a ae