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532 el excidio y sus causantes; por m4s que quiera reflexionar- con profunda sabiduria en los acontecimientos, cree que aquéllo es mas una vision que una realidad, mas una re- presentacion fantastica que un hecho positivo. ;Ay! Al contemplar que en aquellas calles, donde vivian los obje- ’ tos mas tiernos de su corazon, no hay mas que sombras de muerte; al pensar que los magnificos palacios no son mds - que un conjunto de sepulcros; al ver que tanto amigo que pocos momentos Antes atin le decian palabras tiernas, no son ahora mds que cuerpos exanimes hacinados entre la gran pira, cuyas llamas consumen hasta las imagenes del antiguo bien, que ya no existe, no puede ménos de le- -vantar sus pensamientos al cielo, y decir todo turbado: «Como ha podido suceder un fracaso tan horrendo? gCémo. esta tan silenciosa la ciudad, donde resonara siempre la sinfonia y el érgano? 4Cémo han podido caer aquellas sun- tuosas moradas que elevaban al cielo sus torres, dispu- _ tando 4 las nubes su imperio, y al tiempo su duracion?» Quomodo sedet sola civitas plena populo? Sa Semejante impresion causdra en el elevado pensa- miento de un antiguo Profeta el triste cuadro de la arrui- nada metrépoli de los reyes de Juda. «jCémo ha podido. suceder esto? decia-en su estupor. Aquella que en otros. tiempos sujeté bajo su dominio 4 los amonitas y arabes, & los moabitas:y asirios, gha tenido que pagar tributo al impio Achaz y 4 los incircuncisos hijos del Aquilon, 4 los egipcios y 4 los caldeos, quedando al fin desierta, — arruinada, incendiado su templo, encadenado su Rey, es- clavizados sus hijos, perdidos sus principes, acabados sus grandes, exterminados sus sacerdotes, y tiranizado todo el pueblo? gQué se han hecho aquellos caminos de Sion por donde subian los pueblos alegres, por donde iban cantando las virgenes al son del arpa? gDénde estan aquellas puertas soberbias, llenas de glorias y trofeos? 4Dénde aquellos sacerdotes venerandos, dénde aquellos.