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SETNTAR ‘es esto cabalmente lo que acontece 4 las almas herdicas, que dejan el mundo, sus vanidades y locuras, retirandose al claustro para poder entregarse sin reserva a los deli- quios del amor divino, apartadas como estan de las fala- ces delicias del mundo corrompido? ;Ah, si! Es un co- nocido engatio pretender buscar 4 Dios descansando en- tre la molicie y regalos del siglo; pues para buscarle de veras, no hay peligro 4 que no nos hayamos de exponer; todo lo hemos de arriesgar. 4Quién de vosotras no ha corrido esta era de tribulacion? gQuién no se vid preci- ~ sada & resistir a los mas fuertes ataques dirigidos por un padre tierno, por una madre amorosa, & quienes los sen- timientos de la naturaleza pintaban vuestra separacion como una ingratitud, como una locura, como un fervor mal entendido, 6 quizas por un fanatismo? Pero yencié en vosotras la gracia; huisteis del mundo que os brinda- ba con el dorado lecho de sus vanidades; salisteis de él ’ buscando 4 vuestro amado; lo hallasteis; le dedicasteis vuestro amor, 4Qué os resta? Tener siempre presente la resolucion de la esposa de los Cantares : no dejar jams el bien, hallado una vez. Zenui ewm, nec dimitlam. — ‘No debo yo explicar 4 almas consagradas 4 Jesucristo los medios con que han de procurar conservar con su Es- poso celestial los lazos de amor que las une 4 El. Fieles a este amor, vosotras no ignorais cuales son los medios de conservarlo y aumentarlo. Pero la solemnidad que ce- lebrais en este dia, y que me proporciona 4 mi el con- suelo de dirigir la palabra 4 almas que profesan amor 4 Jesus, me esta convidando a hablar sobre los grandiosos efectos que debe producir en las almas la renavacion de los votos con que se consagraron al Sefior una vez, para ser de FE] para siempre. ,Qué efectos debe producir esta renovacion? Un gran incremento de amor divino. Ved mi asunto, comunidad venerable; ved el objeto de vuestra atencion religiosa, 4 cuyo fin no podré llegar como de-