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TEER CTT PUI - 2 SERMON ° © : SOBRE EL _ MODO DE RENOVAR LOS VOTOS CON FRUTO, ' PARA LAS RELIGIOSAS URSULINAS DE LA HABANA EN 1849, Iiiveni quem diligit anima mea; tenui ,» eum, nec dimittam., Hallé al que es el amor de mi alma; lo asi, y no lo dejaré. (CAntico pe Los cAnticos, cap. 11, vers. 4.) Es inexplicable la dicha que tiene el alma que encuen- tra el objeto de su amor puro. El énfasis con que la espo- sade los cantares declarala manera cémo encontré a este objeto ; el modo violento con que se asié de él para que no se le fuese; las varias escenas y tribulaciones en - que se vid antes de lograr tanto bien, nos manifiestan claramente que la posesion de este bien es la mayor feli- cidad que puede caber al alma que lo conoce, y el estar privado de este bien la mayor desdicha que acaecer pueda 4 quien haya gustado las delicias del amor divino. Es evidente: apénas advierte la esposa que no le es posible hallar al esposo durante la noche; y reclinada en la cama; — apénas ve que no le es concedido verle y hablarle; apé- nas se encuentra privada de este bien ya conocido, se arroja de su lecho con premura, y no omite diligencia alguna hasta dar con él, que es el amor de su alma; lo -_ encuentra, lo detiene, y asegura que no lo dejara jamés. Inveni quem diligit anima mea; tenui eum, ete: jAh religiosas venerables! Quiz comprendeis vosotras mejor que yo lo que encierran en si estas palabras de la Ss