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495 Apostolado fué el primero que obedecié al llamamiento de Dios, y 4su ejemplo muchos miles de almas se han ofrecido en holocausto de amor 4 su Criador. Si: la vida del cristiano verdadero no es mas que un sacrificio pe- renne que hace de si mismo; sacrificio de su amor pro- pio; sacrificio de los deseos mundanos ; sacrificio de las malignas tendencias de la carne. _ Voy , pues, & hablaros de este sacrificio mistico, en que el hombre, sin reservar para si nada de su compues- - to, consagra al Sér divino el alma con todas sus poten- cias , el cuerpo con todas sus sensaciones. Habeis hecho una vez este sacrificio publica y solemnemente, y hoy venis 4 ratificarlo en presencia del Sefior; y yo, tomando a mi cargo las funciones de ministro de esta oblacion, os diré primero con el santo rey David: «Prometed al Sefior y cumplid vuestros votos todos los que os presen- tais ante sus aras con dones y oblaciones.» Vovele et reddite Domino, etc. Y siendo esta renovacion una nueva consagracion que haceis de todo vuestro sér , ocuparé en segundo lugar vuestra atencion religiosa con la explana- cion de esta verdad : «La profesion religiosa é un sacri- ficio mistico con que se consagra el alma 4 su Dios.» - Pidamos la gracia por la poderosa mediacion de Ma- » ria Santisima, saludandola con el angel. 4 Ave Maria. Hay en la vida humana un dia solemne, en que el hom- bre es conducido 4 las puertas del santuario acompaiia- do de sus deudos y amigos, y al llegar al sagrado dintel es detenido, sin permitirsele dar un paso adelante, como 4 profano, como 4 indigno de tomar parte en las sagra- das solemnidades; como 4 inmundo, 4 quien no es licito acercarse 4 la mansion donde habita Dios, que es la pu- reza por esencia. Alli se arrodilla como un penitente; alli