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aras, ora para alabar 4 su Dios, ora para aplacarlo, y casi siempre para tenerlo propicio. De modo que el sacrificio, — en su primer origen, ha sido puramente latritico, es decir, sacrificio de adoracion, de alabanza, de bendicion, de accion de gracias al Supremo Hacedor y conservador de cuanto existe; porque el hombre en el estado de la inocencia no podia ofrecer al Sefior otro género de sa- crificio, teniendo la amistad de Dios, y no habiendo mo- tivo de temer sus iras por estar en perfecta caridad : tan s6lo en el estado dela naturaleza viciada pudiera el sa- crificio ser expiatorio, porque la expiacion es el resultado del crimen. ‘ ; : Al plantear en la tierra su nueva ley Jesucristo , » no s6lo condené los antiguos sacrificios del paganismo, como contrarios 4 la adoracion de la Divinidad , sino que anuld para siempre los holocaustos de la ley escrita , como que eran sombras que desaparecian por su propia virtud al salir el sol de la gracia. Jesucristo, para presentar al género humano el modo de adorar 4 su Eterno Padre en espiritu y verdad, instituyé un sacrificio purisimo y de infinita virtud y eficacia, que fué el de suCuerpo y Sangre, inspirando 4 los hombres al propio tiempo la idea sublime de otro sacrificio espiritual y mistico, por el que el hombre se inmolase 4 si mismo en las aras del amor divino: y era de tan alta importancia este sacrifi- cio, que Jesucristo lo erigié como el preliminar de cuanto queria ensefiar 4 los hombres, y como el cimiento sobre que iba 4 fundar su sociedad santa. Este sacrificio esta cifrado en la abnegacion que debe el hombre hacer de si mismo, tomando la Cruz de Jesus y llevandola cada dia - con fl, hasta que el alma llegue al monte del sacrificio y se mude en otro sér distinto del que era por la culpa, quedando toda conforme 4 su divino prototipo. El Salvador no quedé defraudado en sus deseos, y los hombres correspondieron 4 sus divinas inspiraciones. El