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honor y de reputacion; porque mejor es morir que Vivir. sin fama, y 4 esto tiene derecho todo sér racional. ; Oh derecho inalienable, imprescriptible y sacrosanto del hombre! Ya no existes, pues has sido victima de la vana curiosidad; 4 fuerza de inquirir la vida ajena, se revelan los secretos mas profundos, sucediendo 4 menudo que, . comunicadas las cosas en secreto, van propagandose de ~ boca en boca, y el que 4 la faz del piiblico parece hom- bre de bien y honrado, es tenido en secreto por sujeto vil y despreciable : gno es asi, amados mios? Yo quisiera pasar de este lugar sagrado a esos tribunales de la Reli- gion, y preguntaros 4 cada uno, y todos me diriais sin discrepar: «Verdad es, verdad es.» ,Es esto acaso con- forme & las leyes de cariind prescritas por el Evangelio? iEs esto respetar los derechos que tiene cada uno? Los hombres que no tienen mas profesion que la de saber - novedades, son tan religiosos como decantan los auto- res modernos, los panegiristas del siglo de la razon? El trato de la sociedad, ges tan cordial y sincero como se pinta? ;Ah! Una experiencia fatal nos enseiia lo con- trario. Las amistades verdaderas son tan raras, que apenas habra hoy, no diré los Jonatases y Davides, pero ni Aun los que nos describe el poeta en su #ncida; estando fun- dada la amistad verdadera en la caridad, si ésta falta, necesariamente se ha de destruir aquélla; por todas par- tes encontramos amigos multiplicados, cuando el espi- ritu divino nos ensefia que pongamos la confianza en un buen amigo, cuando la misma filosofia pagana nos pres- cribe que los amigos han de ser pocos y escogidos. Si; las amistades son muchas, porque son falsas; Antes de entrar en relaciones con alguno, la prudencia dicta que sea conocido; pero la malignidad no cesa de investigar sus acciones, de escudrifiar sus pensamientos, de seguir sus pasos, y el término de estas investigaciones es la Bie.

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