BCCPAM000591-3-11000000000000

han vivido engafiados los pueblos bajo la influencia del clero y las severas pero suaves leyes del Cristianismo? 4Podra vivir la blanca flor de la castidad en una sociedad libre, desénfrenada, cuya tunica ocupacion es adquirir oro, inventar modas contrarias al pudor, entregarse4 todas las diversiones, y seguir por maxima general aquel proyecto que oyera Isaias 4 los impios, de preparar ban- quetes, de embriagarse en los soporificos licores, cantan- do en su frenesi: «comamos y bebamos, que maiiana va- mos 4 morir?» Seamos racionales, amados mios; si 4 un fuego ya grande por su naturaleza se le echa aceite, este fuego ha de elevar sus llamas hasta las nubes. aY qué otra cosa ha hecho la filosofia impia al organi- zar el mundo actual segun sus maximas destructoras de toda virtud? Ella, despues de haber blasfemado mil veces contra el pudor, ha sido la que ha introducido en el bello sexo esa pasion desenfrenada del lujo inmodesto. jAh! No grito ahora contra el ornato mujeril; propio es de la mujer el adornarse «con modestia y sobriedad,» como dice San Pablo, pues lo hicieron hasta las mujeres virtuosas, como fuera Sara, quien, por obedecer y agradar 4 su esposo, se ataviaba honestamente, esperando siempre en Dios, segun lo atestigua el Principe de los Apéstoles. Pero hay gran diferencia del adorno honesto 4 los abusos del lujo de nuestra edad: quien viva entre mujeres ocupadas ex- - _ clusivamente en adornos y afeites, no puede ser casto. 4Podra inspirar castidad una jéven que se presenta al pu- blico con escandalosa desnudez, respirando aromas, diri- giendo 4 todas partes ojos altivos, miradas significado- ras, palabras dulces, a lo que se ahaden ademanes quiza poco decorosos? 4Podra andar entre las cdndidas azucenas de la pureza la jéven que desde su infancia no ha apren- dido otra ciencia que la de componerse, blanquearse , co- lorearse y vestirse con inmodestia? ,Podra ser pura la que siempre esta recibiendo inciensos aduladores de cuan-