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claviza ni encadena al hombre, ni lo arrastra forzosamen- te al bien; pero lo halaga dulcemente, lo atrae con sua- vidad, lo convida con amor, le representa todas las gran- dezas de Dids para amarlo, todas las delicias del cielo para desearlas, todas las penas del infierno para que las tema, y, por fin, todo el valor y precio de la misma alma, por cuya salvacion Dios mismo, inmortal, impasible, se hu- man6 y subié 4 la cima de un madero ignominioso. Es una tierna madre que convida 4 su hijo con el blanco licor de su pecho para atraerlo; es un padre compasivo que descubre 4 su hijo todos los eneantos y dulzuras del . hogar doméstico, para inclinarlo 4 que permanezca en ‘él, movido por amor, 6 bien le hace presentes sus futuros -infortunios, si cual otro prédigo se endereza 4 regiones desconocidas. Hasta ahora nada aparece de violento; en efecto, Dios trata al hombre como @ un rey; le guarda ho- nores y consideraciones; no quiere forzarle 4 nada; le presenta un cetro y corona eternos; le ensefla el camino para llegar al reino de la paz y felicidad; en manos del hombre esta la eleccion 6 el desprecio; si no quiere aceptar, nadie sino él sera responsable de sus desvenir turas. ’ _ Supuesto, pues, que el alma es el vaso donde se re- funde la graciade Dios, es preciso que aquélla tenga capa- cidad para recibirla; mas esta gracia, gpodra llegar acaso 4 penetrar en el hombre lujurioso? ;Ah! Ved aqui, se- ores, lo que hace casi irremediable la perdicion de los deshonestos; porque en vano el padre de misericordias llama 4 su puerta, si ésta no se ha de abrir; en -vano en- viara sus luces soberanas, pues se. estrellan contra el — corazon empedernido; en vano se suceden las .centellas del fuego divino, si caen en un terreno fangoso 6 inmun- do, cuya tenacidad resiste 4.toda ilustracion divina, aho- gandola, en el cieno de la lajuria; cuando el hombre es justificado por primera vez en las aguas del bautismo, alte ‘ Be keane Becta