BCCPAM000591-3-11000000000000
a quieren resistir 4 los halagos del sentido, para los que temerariamente abusan de sus cuerpos, para los iddlatras de la carne: «La reprobacion eterna entre estanques de fuego y azufre esla consecuencia necesaria de una vida lujuriosa.» Hé aqui el asunto que voy 4 tratar. jDios mio! Baje tu espiritu divino sobre mi y mis oyentes, para obtener con su luz, que ilumina y abrasa, lo que no podemos alcanzar con nuestras fuerzas. Salu- demos para su logro a la Reina del cielo con las palabras del angel: AvE Maria. PARTE UNICA. Cuando se trata de los destinos eternos del hombre _ _ @s preciso atenerse 4 la revelacion y hablar en conformi- _ dad con ella, sin abandonar; por tanto, las luces de la razon, 4 la cual no contradice ninguno de los dogmas re- ligiosos. Es evidente que Dios no es autor del pecado, ni de algun otro mal moral que afecta al hombre en este mundo 6 en el otro. Es tambien infalible que ningun hombre llega 4 la reprobacion positiva por un decreto preexistente de la Providencia divina; pues Dios, por su parte, como ensefia San Pablo, no quiere que-alguno pe- _-rezca, sino que todos se salven. En qué consiste, pues, que se condenén tantos hombres, que Dios cridra para el cielo? Es ésta una materia que ha desgastado losiingenios mis profundos, y los ha llenado de consternacion y es- panto; y jpluguiese 4 Dios que nosotros la considerase- mos &menudo, para que temiésemos los juicios del Se- flor, y obrasemos, nuestra eterna salvacion con temor y temblor.'Pero si reflexionamos con detencion el princi- pio de nuestra salvacion, creo que daremos. solucion& esta pregunta: la salvacion del hombre tiene su origen
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz