BCCPAM000591-3-11000000000000

Como si los hombres no tuvieran asunto alguno de importancia ; como si Dios los hubiera puesto en el mundo para llevar una vida ociosa y disipada, no se les ve 4 muchos en estos tiempos ocupados sino en cosas frivolas y.de ninguna consecuencia. ; Y pluguiese al cielo que las tareas humanas no pasasen de frivolidad y de cosas indiferentes! Mas, por desgracia, no parece sino _ que la unica ocupacion de nuestros dias consiste en sa- ber lo que pasa, en indagar novedades, en buscar noticias de vidas ajenas. «No de otro modo vivian los atenienses, nos dice San Lticas, cuando llegé San Pablo 4 su Aredpa- go; eran, dice este sagrado historiador, hombres que no se ocupaban sino en decir y oir cosas nuevas:» ad nihil aliud vacabant, nisi aut dicere, aut audire aliquid novi (Act., xvit); ocupacion propia de hombres noveleros, de i inihieas de poca religion, 6de hombres que, sialguna tie- | nen, no piensan con seriedad én los deberes que ésta impo- ne; asi es que advertimos en nuestros dias una indiferen- - cia espantosa en llenar las obligaciones respectivas 4 cada uno, no porque la Religion’se haya mudado, pues es in- mutable; no por su Autor divino, sino porque los hom- bres han abandonado las doctrinas sanas y verdaderas, y, como anunciaba San Pablo, apartando el oido de la’ verdad, se han dedicado exclusivamente 4 cosas nuevas, 4 cuentos y noticias desgraciadamente ridiculas y extra vagantes, y una consecuenciainmediata de este tras- torno es que tan volubles se han vuelto los hombres en los principios sociales.como en los religiosos, y tan in= consecuentes son en los unos como €n los otros. Y, en efecto, hoy dia, como en todos tiempos, se hallan sepa= rados los pueblos en cuanto 4 religion: unos seguimos la verdadera, otros han adoptado sectas falsas ; pero en cuanto4 la moral, en cuanto & la conducta de los unos ~ y de los otros, gno es yerdad que la distincion apenas pasa de ser puramente de nombre? Desgraciadamente asi