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"seria injusto 4 sus ojos y 4 los vuestros si no dijese que, 4 pesar.de tantos apdéstatas como hay en el pueblo santo, no faltan muchos millares de almas que no han doblado su rodilla ante las aras del fdolo de la carne; prueba de ellos sois vosotros, amados mios, pues miéntras los hijos del siglo ofrecen el fétido incienso de los placeres 4 su infando nimen, venis al lugar santo 4 presentar 4 Jesus Sacramentado el suave timiama de la oracion pura y fer- vorosa. Por qué os hallais en el templo? ,Por qué os alejais de las abominaciones del mundo? Os lo diré en dos palabras, no tanto para dar 4 vuestra piedad el me- recido elogio, cuanto por rendir 4 la Religion catdlica el digno homenaje por los saludables sentimientos que-ins- pira: jamds es mds altamente ultrajada la Majestad divina que en estos dias; pasan los malos por los angulos de nuestros templos, donde realmente se halla nuestro amo- roso Jesus; lo veis, y no podeis menos dedecir con David: «Vi en la ciudad la contradiccion y el crimen, y mevalejé de ella, rétirandome 4la soledad del santuario. » Sean, pues, firmesy sélidos vuestros propésitos, repitiendo con el mismo Santo Profeta: No me senté jamas en reuniones de iniquidad, ni me asociaré 4 los impfos.» Hacedlo asi, y merecereis que la Religion coloque sobre vuestras sienes este divino sobreescrito:' «Bienaventurado es el hombre que no anduvo en consejo de impios, ni en caminode — pecadores se paré, ni en catedra de pestilencia se sentd. Sino que en la ley del Sefior esta su voluntad, y en ella medita dia y noche.» Dichoso sera, porque, como el arbol situado junto 4 fecundante arroyo, dara frutos épimos de virtud en esta vida, y lauros ganara pa la otra, que & todos deseo. Amen. ;