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Sa He pe 15 ta el indémito indigena del Indostan? gNo es un atentado contra la razon natural que arroje la mujer los vestidos que usa toda nacion para distinguirla del hombre , para que nadie se atreva 4 faltar 4 su pudor ni en publico ni en privado? No es un atentado que, prevalido el jéven de la mascara que lo desfigura, se presente ante sus mayores , 6 acaso ante sus mismos progenitores, hablan- doles como si fueran sus coetaneos, sin sumision ni res- peto? Se dira acaso que la civilizacion é ilustracion no permiten semejantes actos y desdérdenes? ; Ah! Conceda- - mos esta prerogativa @ la ilustracion del Evangelio; ella, para precaver la inmoralidad, la prohibe de antemano, — - porque su Autor divino sabe que el modo de que el hom- bre no se precipite en el crimen es que no se le abra la puerta que conduce 4 él; que el medio de no caer en los abismos es el de no ponerse en el primer punto del de- clive que conduce 4 6]. Pero la civilizacion moderna, la — ilustracion filoséfica, ;podran arrogarse la facultad de hacer moral al hombre despues de haberlé abierto un ‘anchuroso camino de inmoralidad? No, sefiores; y este-* mos ciertos que del desérden jamas sale el érden, asf como de las tinieblas jamas sale la luz; podra haber cal- ma despues de la tempestad, pero jamas los torbellinos serdn causa directa ni indirecta del tiempo bonancible; y del mismo modo diremos, en el 6érden moral, ‘jamas el desérden es causa del 6rden; jamas la inmoralidad pro- ducira moralidad. La filosofia pretende hacer morales 4 los hombres haciéndoles gustar los placerés; la civiliza- cion mundana quiere reunir en un mismo hombre la mas execrable hipocresia y la mas abominable disolucion. jAh! No es éste el medio de que haya virtudes en el mundo, ni-el de eliminar de la sociedad los vicios , por= que la Religion , la razon y la experiencia nos dicen: acor-_ des que el hombre lanzado.en la carrera del vicio es un ae _ edad, ante cuyos afios y canas venerables. se postra has-