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ae = | opinion que de él se tiene; aunque no sea mas que por motives puramente humanos y filoséficos, tendré» un continente austero y moderado, palabras cortas,modales _ severos , no obstante que su corazon esté envuelto en ra- . pifias é iniquidades; pero el hombre escandaloso, el que abiertamente se entrega 4 la licenciosa vida, no es asi; roto una vez el valladar de la vergiienza , desapareciendo "Jos miramientos de la sociedad, suelta ya la rienda del temor del ptiblico ofendido, nada contiene al hombre: no s6lo comete él excesos abominables, sino que ensefia a los dems 4 que le imiten. Sefiores, detestable es un hi- pécrita, porque adopta el oficio de engafiar como ocupa- cion cotidiana; pero si me viese yo precisado 4 vivir con hipécritas 6 con licenciosos, yo escogeria habitar en- tre los primeros, pues siendo consecuentes en sus Maxi- ~ mas, al ménos no me darian. escandalo, no me ensefiarian el camino del crimen con sus palabras’y acciones; si no lo hicieran por Dios, lo harian 4 lo ménos por pasaren presencia de mi razon por hombres de probidad. _4Empezais ya 4 penetrar toda la malicia que encierran esas reuniones de hombres en que la ficcion va unida al.desenfreno? Hubiera yo querido encontrar algun. ex- tremo por donde aminorar su culpa, pero no ha lugar; se halla reunido en ellos todo lo mas abominable 4 los ojos de Dios y 4 los de la sociedad, los dos extremos que-nos apartan infinitamente, aunque por diversos caminos, de la Religion pura y sin mancilla, la hipocresia y la diso- lucion. Si, la hipocresia: gno veis 4 ese fantasma, que recorre las calles en figura grotesca, haciendo mil con- | torsiones y gestos, pronunciando frases ridiculas, le- vando tras de si el vulgo, que loaplaude, quiza detenién- dose en los dingulos de las plazas, chispeando algunas palabras voluptuosas, que como a traicion le salen del gran volcan de lujuria que ardebajo de un vestido an- ticnado, emblema del pasado honor y bizarria de nues-

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