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ae 8 -yesistiendo 4 sus tentativas con las armas del espiritu; vereis 4 hombres que pretenden nivelarse por sus excesos. con los irracionales; vereis 4 otros que se-encumbran con sus oraciones hasta las regiones del cielo. En una palabra: observareis el contagio de la carne en cuantos se entregan 4 las locuras del Carnaval, contrastando c n _ Jos que, para desagraviar 4 Jesus sacramentado, vienen hoy al templo 4 hacer oracion. Voy a descubriros todo lo criminal de los primeros, para que pertenezcais siempre al nuimero de los segundos. Roguemos dntes al Sefior para que nos dé su gracia. AVE Maria. La Religion de Jesucristo, tan enemiga es del rigoris- mo como de la laxitud, guardando en todas las cosas un medio, y condenando los extremos , que casi siempre 'tie- nen su principio en el fanatismo y el error. Dada por el Padre de misericordia 4 hombres viadores, constituidos en un valle de lagrimas, no reprueba las alegrias inocen- tes, ni los momentos solaces, condenando tan sélo los abusos; de tal modo, que las diversiones moderadas son un acto meritorio, si son dirigidas 4 Dios, y si nos.conte- nemos en los limites de la razon. Si asi no fuese , era preciso que siempre se. viera nuestra hermosa frente os- curecida bajo el peso de la tristeza, que nuestras cejas y parpades no se moviesen sino 4 manera de los’ de la fiera solitaria, que nuestros labios no pronunciasen palabras de consuelo, que huyésemos. de la sociedad y nos enterrasemos en cavernas, y enténces el mundo qui- z@ estaria poblado de hipdcritas; enténces nuestrarazon se pareceria 4 las montafias del polo, siempre cubiertas de tristes y eternas brumas. Si asi no fuese, no viéramos