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avanza el mundo en edad, tanto mas corroborada queda esta verdad; pues Jesucristo, al instituir los Sacramen- tos de la nueva ley, no quiso que los hombres recibiesen la gracia de estos Sacramentos sino mediante signos sensibles y exteriores , representativos de la gracia inte- rior. Si, amados mios: el culto exterior es un espectacu- lo continuo donde se representa a lo vivo la grandeza de la misericordia de Dios, los secretos de su divinidad, su poder y su omnipotencia, de que echdé mano para salvar al hombre;y como éste es tan material, necesita de de- mostraciones exteriores, de cosas que impresionen, su imaginacion, para permanecer en lo que aprendié una vez en teoria. Pero gqué dice el mismo Jesucristo cuando nos habla del culto que le debemos? Dice que los verdaderos adoradores han de dar un culto en espiritu y verdad: Veri adoratores adorabunt in spiritus et veritate (Joan.): no reprueba el culto exterior que el mismo establece; pero si éste no va acompajiado del interior, es un culto fingido, culto hipdcrita, culto que, en vez de aplacar al cielo, lo arma de sus rayos vengadores, arrancando del corazon humano la Religion y la f6: Auferetur a vobdis regnum Dei. Si; el santo rey David habia publicado esta verdad muchos siglos antes , y voy a referir todas sus palabras (salmo xurx, versiculo 7 y siguientes): «Oye, joh pueblo de Israel! yo soy Dios y Dios tuyo; no te reprenderé por tus sacrificios, que tengo siempre 4 mi vista; no necesi- to de tus becerros ni de tus cabritos , pues conmigo esta la hermosura del campo, mio es el cielo y la tierra ; pero asabes lo que yo quiero de ti? Que me ofrezcas sacrificios de alabanza y cumplas los votos que ofreciste al Altisi~ mo; pues al paso que te presentas ante mis aras, has aborrecido la ensefianza de tu Dios y has postergado mis palabras; veias al ladron y corrias con él, poniendo tu parte con los adulteros; tu boca esta llena de malicia, y