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549 Grandilocuo y admirable seth el Santo en estas pa- labras: «Mucha misericordia es, dice, el no dejar impune la iniquidad, pues para no verse obligado 4 castigar en el infierno, envia Dios azotes en este mundo. 4Quieres saber cuan grande pena es no tener ninguna pena? Pregiinta- selo 4 David, que dice en el salmo 1x: El pecador irrité al Sefior. ,Y por qué? 4Qué has visto? He visto al peca- dor entregado 4 los excesos impunemente , y dije: El - pecador ha irritado al Sefior. gY por qué dijiste esto? Ahi lo tienes; porque Dios en su ira no buscard al peca- dor.» (Aug., Serm. 37, De Verb. Dom.) ; Pues qué! «No conoce él la indole del pecador obstinado? gNo sabe que es tiempo perdido para el pecador el que se emplea en tener misericordia del hombre orgulloso, empedernido en la maldad? El mismo Sefor nos lo dice por Isaias: «Tengamos, piedad del impio, y ni aun asi aprendera a ser justo.» Misereamur impio, et non discet justitiam. (Is., cap. xxvi, vers. 10. ) : Dos cosas, pues, se desprenden de lo que acabo de decir, y de su confrontacion con lo que ha sucedido, por desgracia, en nuestra amada patria. Compréndese queste- nemos parte en las apostasias, que hemos hecho alianza con la iniguidad, y que hemos dado la mano de amigo 4 — _ los que por medio de instituciones impias se empefian . en eliminar 4 Dios del comercio de los hombres. ; Ah! jPluguiese al cielo que no se nos pudieran aplicar aque- llas palabras de Isaias: La tierra estd inficionada por sus habitantes , porque han traspasado la ley, han mudado el derecho y destrozado el pacto sempiterno! (Is., cap. XXIV, vers. 5.) ;Y plegue al cielo que no caiga sobre nosotros la maldicion mas terrible para un pueblo, 1a maldicion que cay6 sobre Egipto por haber admitido en su seno todas las idolatrias. ,Y sabeis cual es ésta, amados mios? Pues oid y temblad. «Yo haré, decia el Sefior por el mis- mo Profeta, que se levanten los egipcios unos contra
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