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Sea a — DAT en fortalezas y en armas mortiferas, cuando la historia _ de Roma, deGrecia y de todo el orbe les dice que sus im- perios se fundaron en eso mismo, y por eso fueron ani- quilados, ni son sabios, ni son prudentes, ni son filéso- fos, ni son civilizados. Oid, amados oyentes; yo no soy profeta , pero me basta abrir los libros santos para anun- ciar el porvenir 4 esos imperios fundados en la rapiia y en el sacrilegio, y @ los que intentan fortificarse fomen- tando el error, humillando al Vicario de Cristo , consoli- dando en paises ajenos la injusticia por medio de sus te- soros. Oid todavia; el Seflor vive, y vive para siempre. ¢Y sabeis quién es ese Sefior? El misno que sumergié en- las aguas del mar Rojo 4 un Rey insolente que dijo con altaneria: Yo no conozco é Dios (Hzrod., cap. v, vers. 2); el mismo que Sepults entre hirvientes complies al ejér- cito de este mismo Rey, que habia jurado no dejar vivo & “un solo adorador de Dios, no quedando un solo soldado para contarlo; el mismo que ensalzé 4 Nabucodonosor para que azotase y llagase 4 su pueblo, que se habia olvi- dado de El, y despues lo castigé convirtiéndolo en bes- tia, para que aprendiese que de Dios nada mas viene el reino y la autoridad (Dan., cap. 1v, vers. 22); el mismo que suscité. 4 Ciro para que exterminase 4 los hijos del impio Nabucodonosor, y despues le hizo que él mismo eayese por sus pecados en manos de una mujer que le corté la cabeza y la encerré en un odre de sangre; él mis- mo que envié 4 Jerusalen 4 Tito y Vespasiano para que exterminasen 4 los deicidas; el mismo que rompidé las barreras de laGermania, para que los bdrbaros cayesen | sobre el coloso del imperio romano, y lo hiciesen aflicos por haber hecho la guerra 4 Cristo por espacio de tres si- glos; el mismo que envié 4 nuestra amada patria 4 los barbaros del Africa, para que castigasen 4 Reyes im- . pios y abandonados, ya un pueblo disipado; el mismo