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derechos son ilegislables.» Suficientes son las leyes de la razon natural para comprender que este discurso , ade- mas de impio, es absurdo y contradictorio, sobre todo en eso de lo ilegislable, porque no se comprende que el hom- bre venga al mundo, trasmitiéndole sus padres la vida en fuerza de una ley, ni que nazca y crezca y se robustezea y muera en fuerza de una ley, y que este mismo hombre, que ni 4un respira sino en virtud de un conjunto admi- rable de leyes, sea un sér ilegislable. Pero éste es el hombre moénstruo, en el érden smirelis ~ ha inventado el racionalismo. Los absurdos y los errores suben de punto cuando el racionalismo trata de los destinos del hombre y de la so- ciedad; siendo libre 6 independiente el hombre, lo es tambien la sociedad, compuesta de hombres. «Rey de los séres visibles que hay en la tierra, dicen los racionalis= tas, el hombre tiene derecho 4 usar de todos ellos para satisfaccion de sus sentidos, sin que se le imponga al- guna traba; soberanos cuantos componen la sociedad, todos tienen el mismo derecho 4 poseer, no debiéndose conocer la desigualdad; la tierra es de todos; los bienes que encierra son de todos, y con la mas perfecta igualdad han de poseer todos lo mismo, para que no haya pobres ni ricos, amos y siervos , sefiores y menestrales , y sean asi todos igualmente felices: felices , regalandose con los bienes de la tierra; libres, no sufriendo el yugo del mas elevado; independientes, no permitiendo que nadie se oponga 4 sus. deseos, sean cuales fueren.» . Con estos raciocinios se esta amamantando & la so- ciedad , derramando sobre ella una. especie de 6pio mor- tifero que ella va absorbiendo poco 4 poco, y la ha ener- vado en el cuerpo y enfermado en el espiritu. Al oir & los racionalistas, cuando nos pintan los encantos de una sociedad sensual, libre 6 independiente, y en la cual reine una igualdad perfectisima, se creeria que la tierra. ST Se

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