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25 culiares; alli el raptor, incestuoso y adultero Jupiter; alli la cortesana y voluptuosa Vénus, el tirano Marte, el intem- perante Baco, el ladron Mercurio, con otros tantos dioses llenos de crapulasy homicidios; toda torpeza y disolu- cion encontraba su apoteosis en las sérdidas aras del pa- a e ° ganismo, y daba valor 4 los hombres para ser malos sin temor ni pudor. No es extraiio que la idolatria tuviese tan dilatados dominios; porque despues hemos visto el in- menso terreno que han ganado las sectas que han dado por toda ley el ensanche de las pasiones y de la libertad. Si, amados mios: los vicios que se divinizan, los dioses que se embrutecen y materializan, tendran siempre un gran partido en el corazon corrompido del hombre. Mas acual es la Teologia de Jesus? gQué dogmas y qué moral presenta & los hombres asi embrutecidos, 4 los hombres orgullosos en sus errores? Una moral purisima, contra cu- yos preceptos se han de levantar simultaneamente todas las pasiones de uno 4 otro polo; unos dogmas incompren- sibles, que exigen el sacrificio de la opinion de cada uno; unos dogmas abstractos, contra los cuales van 4 ponerse en accion todas las preocupaciones de los pueblos y to- das las argucias de los sébios. Decid 4 un mundo educa- _ do entre placeres sensuales que espiritualice sus ideas, _elevandose hasta el Sér Divino, que ‘deje la tierra, 4 los hombres y 4 si mismo; decidle que tome la Cruz y siga las huellas de un hombre que ha vivido en la pobreza y muerto entre los tormentos; decidle que haga cruda guer- ra @ sus mas tiernos afectos y dé un corte radical 4 las inclinaciones de su corazon; decidle que vuelva bien por mal, amor por édio, bendicion por maldicion; decidle que presente su mejilla derecha al que le haya herido. la izquierda, que dé su capa al que le haya robado el vesti- do, que vaya mil pasos mas con el que le haya arrastrado ciento; no le prometais, en cambio de la abnegacion y hu- smilded evangélicas hasta enténces no oidas, sino pobre- is