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bs e 2 iH : He Ah ih i a a el taller inculto de un misero artesano; peor todavia: al cumplir treinta afios, pasados en la oscuridad, empieza & viajar por una provincia insignificante: unos cuantos hombres del bajo pueblo le acompaiian en sus excursio— — nes, y estos hombres no saben mas que componer redes, manejar botes de pescador, siendo groseros, ignorantes, rudos, y, por fin, pobres, que eslo mas desgraciado entre los hombres; peor todavia : 4 los tres afios de sus pere- grinaciones cae sobre él la fuerza del gobierno de la pro- vincia donde vive, lo apresa, lo encadena, lo encarcela, lo presenta 4 los tribunales, lo trata de perturbador, de rebelde, de sacrilego y de facineroso, lo condena al ulti- mo suplicio, lo crucifica, y muere entre dos asesinos, como si fuera peor que ellos. Hé aqui, sefiores, una parte de la historia de Jesus sacada de los Evangelios, parte creida y comentada 4 su modo por la filosofia incrédula, quien, por una inconcebi- ble contradiccion, tuvo 4 bien creer las que ella llama in- famias , negando lei innumerables glorias que la misma ‘fatoria refiere. Pero sea asi, como pretende la ciencia carnal: ges posible que e] mundo haya doblado su cerviz ante un hombre vil por su nacion, oscuro por su naci- | miento, infame y vituperable por su muerte? ,Y el Empe- rador, el principe, el general, el fildsofo, el doctor, la no-: ble matrona, han de inclinar su frente 4 una cruz de ma- dera? gY el género humano daria su nombre a un infame, alistandose en el cuerpo que formara un proscrito, un con- denado por la espada del magistrado? ; Ah! Es preciso convenir que un sér de esta especie es Dios; y si no lo fuera, el creer en El seria un absurdo, su empresa misma seria justamente tachada de demencia, de sueiio, de deli- rio. Traed 4 vuestra memoria los hombres mas grandes de la antigiiedad, los legisladores de los pueblos primiti- vos, los San Moniatones, los Ocelos-Lucanos, los Platones y Licurgos del Oriente, los druidas del Occidente: hay