BCCPAM000591-3-10000000000000

17 a se conviertan 4 Dios ; aquéllos que no se hallaren escritos en estas paginas imperecederas, seran presa dela muerte. eterna. Yo, por mi parte, no podré ménos de llorar si, despues de arrojar la semilla de la predicacion , veo que no da fruto, por haber caido entre corazones de piedra. Pero. sabed siempre que no seran infructuosas nuestras fatigas ; nos cansaremos en el cuerpo, pero se fortificara nuestro espiritu; sudaremos, y cada gota sera un dia- _ mante con que Dios labrara nuestra corona. No nos arre- dra el mundo, ni temeremos anunciar la verdad con toda claridad ; defenderemos el dogma y explicaremos la mo- ral pura de la Religion, descubriendo los excesos que se cometan contra ésta y los errores que se propalan con- tra aquél. Os he dicho que Dios esta convidandonos con amor, que su voz nos llama al perdon ; mas aqué voz es ésta para que la sigamos ? Es la voz de Jesucristo, en quien hemos de creer y esperar ; s6lo esta voz puede guiarnos en el laberinto del mundo. Sobre esta voz ved lo que dice el divino Pablo: «Hablara Dios muchas veces y de mil modos por los Patriarcas y Profetas, hasta que, llegada la plenitud de los tiempos, nos hablé por su mismo Hijo, 4 quien hizo heredero de todas las cosas.» ,Oes6 acaso de hablar este Hijo de Dios? No; habla por los Apéstoles, habla por la Iglesia, habla por sus ministros , habla 4 cada uno por inspiraciones interiores y continuas de su gracia ; mas para percibir los ecos de su voz es necesa- rio tener {6 y creer en sus palabras. Voy, pues, 4 empe- zat poniendo 4 vuestra vista el’ gran fundamento que planté Jesucristo, fundamento que nadie puede mudar ni derribar, y hé aqui mi proposicion : «Nadie puede salvarse sin la {6 de Jesucristo.» i Dios Omnipotente! Ahora es el momento en que debe cumplirse que Vos escogeis lo mas débil del mundo para confundir 4 toda ciencia que se eleve contra tu sa- TOMO I. : ‘ ‘2