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12 de Dios. ;Oh, Sefior! ;Cudn 4 la-letra se cumple esta pard- bola en este siglo! El pecado especifico y peculiar de esta generacion es el egoismo; los hombres no piensan sino en engaiiarse unos 4 otros con las invenciones del arte, de la vanidad , del lujo, y todo con el fin de, ganar, de amontonar oro; si, el pobre quiere atesorar, y el rico atin no tiene llenos sus deseos en la misma abundancia. 4Qué fruto hara la palabra santa en corazones tan dados & la avaricia? No es posible que se retenga la palabra de Dios ; luego no pueden nuestras almas tener vida espiri- tual ; pues segun San Gregorio Magno, el alma se alimen- - ta con la palabra de Dios, y asi como se pierden las es- peranzas de que viva aquel cuyo estémago no puede con- servar el alimento, asi tambien, afirma el mismo San- to Doctor, esta préximo a perecer el que no guarda en su memoria lo que oye para practicarlo. (Hom. xv, Jn Evang.) Pero ,qué prueba mas evidente de esto puedo presefitaros que los fariseos del Evangelio? ,Quién oyé jamas palabras mas santas, razones mas convincentes y sentencias mas divinas? ,Quién vid en ninguna edad mas prodigios en confirmacion de la doctrina del Salvador? Sin embargo, nunca hablan con Jesus sin ser confundi- dos, y jamas se acerean 4 El sino para tentarle 6 encon- Arar widiod de acusacion. gCémo- podian dejar sus pre- ocupaciones? gCémo habian de desechar de su corazon la envidia, la avaricia y otras pasiones, si no oian la palabra de Jesus con animo de cumplirla? Asi es que, en vez de aprovecharles tan santas lecciones, no sirvieron sino 4 endurecer sus almas en elerror. Vedlos cémo se llegan a Jesus con una modestia y aparato exterior, que noes otra cosa que un denso velo con que cubren su hipocresia. «Maestro, le dicen; sabemos que sois hombre de verdad, y que, sin ser aceptador de personas, enseiias los caminos de Dios en la verdad: dinos...» {Lo sabeis! gPor qué razon perseguis al que enseiia los caminos de la justicia? Por

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