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ya Faraon obstinado habia llamado a sus magos para que desvirtuasen con sus encantamientos todos los prodigios del cielo; nada importa que estos sabios le digan que el dedo de Dios obraba aquellas maravillas: 61 no sigue sino su obstinada determinacion de oponerse 4 los designios de la Majestad divina, y aunque se vea abrumado con las plagas mas horrendas, y castigado en lo mas caroa su corazon, nada le detendra para seguir su determinada re- -solucion de perder al pueblo escogido. {Quién no se estre- mece al ver la obstinacion con que el aleve Judas llevé a cabo su maldad inaudita? Por mas que Jesucristo le haya distinguido con darle el cargo de su colegio; por mas que en la ultima cena haya visto 4 su Maestro postrado a sus piés, lavandoselos con sus manos y regandolos con sus lagrimas, no conseguira ningun fruto, porque Judas se halla obstinado en vender 4 su Maestro, y mas fuerza tienen en su alma unas monedas despreciables que la bondad y e) amor de todo un Dios. Pero al hablaros de la obstinacion de estos hombres 4 los cuales la grandeza de sus crimenes les ha dado una fama inmortal, acaso se créera que una obcecacion seme-* jante y una voluntad tan obstinada sdlo caben en corazo- nes semejantes @ los de un Cain, 6 de un Antioco, 6 deun Judas, porque sus crimenes son los mayores en los fastos del pecado. Amados mios, no nos engaflemos; estos pe- cados son grandes, porque en su clase son raros y vinicos; - pero para llegar ala obcecacion en elentendimiento y obs- tinacion en la voluntad, no es necesario que los excesos sean tan ruidosos ni tan notables; gcudntos hay que pa- san una larga vida, al parecer quieta, sosegada y aun de- vota , y llegan al borde del sepulcro en un estado de en- durecimiento deplorable? 4Cuantos que no conocieron la inocencia sino los pocos aiios en que su naturaleza no les suministraba fuerza para pecar, y apenas ésta se desar- rollé, cometieron ee que luégo callaron vergonzo- TOMO 1. 7