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divino, infinito en su sabiduria y su poder, que sea distinto de la universidad de las cosas, pues no. hay ser que no sea Dios en el mundo, habiendo una misma identidad enel espiritu, en la materia, y siendo una misma cosa la necesidad y la libertad, lo verdadero, y lo .falso. Dios en la politica del filésofo de hoy dia no tiene intervencion directa ni indirecta en el mundo, en los hombres, en nada de lo que se ve. Todo ha que- dado reducido al naturalismo y al racionalismo: alejado Dios de nosotros, mejor dicho, aniquilado, de una vez ¥ formado otro segun le agrade 4 la razon humana, es ella el arbitro absoluto de lo verdadero y de lo falso, del bien y del mal: ella es la ley suprema, y se basta 4 si misma para procurar el bien de los pueblos; ella tambien es la fuente de todas las verdades de la reli- gion, y por consiguiente es tambien la regla soberana para que el hombre conozea eualquier verdad. Otro tanto ha hecho la falsa politica con las profecias, con la revelacion, con la fe de Cristo, con la Iglesia, y cuanto tiene relacion con ella. Segun los sofistas mo- dernos la revelacion divina es imperfecta, y esté some- tida como las demas verdades 4 un desenvolvimiento paulatino, que armoniza con los nuevos grados de per- feccion, que va adquiriendo la razon humana. La fe de Cristo es un estorbo para la perfeccion social y pugna directamente con la razon natural; y eso de las _profe- cias v de Jos milagros de Cristo son invenciones mito- légicas, que no contribuyen mas que 4 exaltar las ima- ginaciones. Todos estos dogmas, realmente impios y blasfemos, viene profesando hace algunos aifios la poli- tica de casi todos los gobernantes. {Qué ha hecho esta misma politica de la Iglesia de Jesucristo? De ellase dice que no es una sociedad perfecta, ni plenamente libre para su existencia, por no gozar de mas derechos que los que le conceden los po-