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Pek 79 POS en el siglo undécimo, hasta Mnrique VILL, en el décime sexto, la historia de Inglaterra es un tegido de comba- tes, de dicterios, de apéstrofes y de oposicion & la San- ta Sede de Pedro. ;Es estraiio que sea esa nacion la que ha producido mas incrédulos, mas filésofos mate- rialistas, panteistas y deistas, y la primera que haya llevado al patibulo 4 su propio rey, escupiéndole en el rostro la soldadesca, mientras que los jueces populares examinaban sus hechos y lo sentenciaban? La misma ley de progreso y despues de expiacion sé vid en las naciones, despues que adoptaron los gobier- ° nos la nueva politica de los filésofos: hubo quienes es- tablecieron parlamentos que estuvieron juzgando por cerca de un siglo 4 los obispos, no admitiendo Bullas, _despreciando’ censuras y riéndose de excomuniones: pero un dia llegé, en el que se ensefiaron'é los pueblos doctrinas que halagaron 4 sus pasiones viles, é hicieron con los parlamentos, lo que estos habian hecho con la autoridad de la Iglesia. Esas revoluciones de los pueblos, que han vuelto la faz del mundo jde donde han venido sino de esos prin- - eipios de la politica moderna? Y si tantos estragos han causado asta hoy dia gcudntos no causarén mas ade- lante, si no se les pone un dique? El euadro compara- tivo dle los principios que han emanado de la politica de la Iglesia, y de los que han ido ensefiando poco 4 poco los filésofos, es una medalla, cuyo reverso no se mira, sin llenarse de horror. Empezando por Dios, continuando por-el hombre, por la religion, y por la Iglesia, y concluyendo por la sociedad, por la famifia, por la propiedad y por-el fundamento de la sociedad, todo esta desfigurado y trasformado por la filosofia moderna. éQué ha hecho de Dios la ciencia politica de este siglo? Aniquilarlo, afirmando que no hay ningun ser