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sido el linaje humano; pero esa huella dela verdad, despues de haber pasado por encima de ella tantas ge- © 4 neraciones, se habia borrado de tal manera, que ya no se conocia, 6 mejor dicho, era un error, era una cosa deletérea que 4ntes habia sido un alimento sano. En este estado encontraban al mundo los filésofos; nacian entre tinieblas, vivian entre tinieblas, conversaban con generaciones condenadas 4 arrastrar la cadena, que les 7 puso su primer padre por el pecado. ;Hay que extras = -fiar, que no supiesen nada de lo que es religion verda- ; dera, y que cometiesen mil errores al intentar hablar de Dios, siendo asi que, aun para el pueblo que conser- v6 la revelacion primitiva, era este Dios, un Dios es- condido? Pero, por mucha benignidad que se quiera tener con la razon filoséfica de los pretendidos sabios modernos, , no puede uno discurrir de ese modo respecto de ellos, Porque la revelacion de Diosse habia hecho clara y manifiesta 4 todos: la religion de Jesucristo, su doctri- na y su evangelio habian colocado 4 la razon humana en su céuce natural, para que con mayor facilidad fuese marchando hacia el piélago de las perfecciones infinitas de Dios; los entendimientos tenian una estrella segura, que no les permitia caer en escollos; el linaje humano, en una palabra, habia entrado en vias de una gran: perfeccion. ;Quién no se asombra al recorrer Ja histo- ria literaria de los siglos del cristianismo desde los tiempos de Justino el filésofo, Atendgoras, Cuadrato, Minucio-Félix, Boecio y Clemente de Alejandria, hasta los de San Gerdnimo, San Agustin, San Leon, San Juan Damasceno, y desde enténees hasta los de Pe- dro Lombardo, Alejandro de Ales, Alberto Magno, Sto. Tomas, San Buenaventura, Escoto y Raimundo Lulo, y desde estos & los de Vives, Mariana, Suarez, Aguirre, Bossuet, Granada, Fenelon, Gerdil y Balmes?