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54 “todos saben que desde hace dos siglos, ella ha ido entre- gandose4 formacviones de teorias, prescindiendo de los | testimonios venerables de las tradiciones antiguasde — los sAbios, rompiendo poeo 4 poco aquellos lazos con que estaba unida 4 la fe, y la daba el renombre - sofia cristiana, erigiéndose con astucia infernal en es- tra de los hombres, constituyéndose perseguidora & la religion de Jesucristo, y conduciendo 4 los hombres, del examen libre de las verdades reveladas 4 su des- precio, 4 la rebelion contra la fe, al materialismo, 4 la indiferencia, al anonadamiento de todo ser, desde el infinito hasta el mas diminuto de la creacion. Hay solidariamente en la filosofia de hoy una erimi- nalidad tan fea ante los ojos de la razon, y tan aleve en presencia de la fe, que comparada con la que el Apdéstol atribuye 4 los filésofos primeros, sino aparecen estos -_disculpables porque estaban cargados de crimenes, se dejan ver como pecadores en grado infimo, mientras que los modernos se presentan como gigantes en la mal- dad. Esa filosofia, que en todas épocas ha pretendido ser duefia del mundo y encadenar 4 su carro 4 las in- teligencias, siempre ha sido despética, altiva, dogmati- zante y disputadora, haciendo de los maestros que la ensefiaban unos proteos de todos los vicios del corazon, | y de todos los crimenes del espiritu. San Pablo, des- pues de haber referido la criminalidad de los filésofos griegos y romanos, que consiste en no haber querido conocer 4 Dios, 4 quien predican y ensalzan todas las obras de la creacion, refiere la estupidez en que ca- yeron, transformando la imagen de un Dios incorrup- tible en est&tuas de animales viles, de cuadripedos y de sierpes, y recogiendo al momento el fruto de su es- tupidez en la infamia de sus placeres corrompidos. (1) (1) Rom. cap. 1 y. 25. aie