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26 sino de Jesucristo, que les dijo que él los enviaba como su Padre lo habia enviado 4 él, (1) y de su Vicario en la tierra, que los Hama para que hablen con él, y con él tambien digan con toda claridad que la verdad es siempre verdad, cualquiera que sea el progreso de las ciencias naturales, y lamentiraes siempre mentira, por muchas que sean las argucias y las antildgias del desacertado criterio de las ciencias modernas. Esta necesidad no es absoluta, sino relativa: porque la reptiblica cristiana fué organizada por Cristo de tal manera, que hubiese en ella una sola cabeza, 4 quien sin disputar ni altercar, obedeciesen todos los miem- bros, asi como la mano, el pié, y los demas miembros obedecen sin saberlo, ni pensarlo, 4 la cabeza de todo el cuerpo. «Entre los cristianos, decia un sabio ilustre del siglo décimo cuarto, (2) es necesariala potestad espiritual, que Cristo did al Bienaventurado Pedro, cuando le encargé el gobierno de la Iglesia universal. El origen de esta potestad viene inmediatamente de Dios, es decir, de Cristo, que la entrega 4 una persona determinada, 4 saber, 4 Pedro para si y para sus suce- sores, de quienes se deriva 4 otros.» Esta necesidad lo es de conveniencia, de utilidad, de cireunstancias: pero no es una necesidad inherente 4 la constitucion esencial de la Iglesia, pues si asi fuese, tendria que tener un concilio permanente: léjos de eso, el tener de una ma- “nera permanente ese concilio, seria contrario 4 la mi- sion permanente que tienen los obispos de estar dis- persos y separados, cada uno con su grey, para apa- centarla, para ensefiarla, para protejerla, para auyen- tar de ella los lobos, que se quieran introducir 4 cara (1) Joan. Cap. 20 v. 21. (2) Petr. Bertrand. de origin. jurisdiction. Cap. 2.