BCCPAM000561-6-17000000000000
- do. (1) Aquel levantarse de sus tronos los veinticuatro ancianos, que vid San Juan en su. Apocalipsi: aquel postrarse con humildad, y quitarse las coronas y arro- jarlas ante el que esta sentado enel gran trono y el Cordero: aquel gritar de todos & la vez, diciendo 4 Dios nuestro Sefivr, que solo él es digno de recibir gloria, honor y virtud, porque él crié. todas cosas, y las con- serva. (2) no es otra cosa mas que esa humildad, con que los obispos en union de su Jefe el Romano Pon- tifice, ora estén reunidos en concilio, ora estén cada uno en sus sillas respectivas, pero unidos en caridad perfecta 4 la Silla Apostélica, confiesan sin cesar que su principado, su honor, y cuanto hay en la Iglesia, es todo el fruto de la sangre del Cordero que reconcilié al mundo con Divs. Un concilio ecuménico de la Iglesia catdélica es el gran senado, en el cual se presenta el libro de los siete _ Sellos, donde est& encerrada toda verdad, y con cuyas paginas se computan los errores de la vana_filosofia y los pretendidos dogmas. dela razon humana. Sale so- bre el trono de gloria que le corresponde esa regla de la fe y las costumbres, sentandose al rededor de ella los ancianos para decidir las cuestiones. Vino Arrio, vino Nestorio, vino Eutiques, vinieron Sergio, Pirro, y los demas monotelitas; vino Macedoniv, vinieron los ico- noclastas, vinieron emperadores que intentaron usur- par el poder espiritual, vinieron tiempos de desmo- ralizacion de costumbres en el clero, de simonia y de lubricidad; vino Wiclef, vino Juan Hus, vino Juan de Praga, vinieron Lutero, Calviuo, Ecolompadio, Zuinglio, Ochino, Lelio Socino y otros que, quisieron que la reve- lacion se acomodase 4 su razon torcida y corrompida, y (1) Deuteron. cap. 8. yv. 8. (2) Apoc. cap. 4. v. 10. »
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz