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oe mas de creacion y conservacion; maquinistas de inte- leccion, que ensefian como se forma & Dios, al Padre, al Hijo, al Espiritu Santo; dogmatizadores de convite, que pasan la vida en orgias y licencias, y entre la mo- licie y la abundancia, y ensefian luego al miserable, 4 hacerse rico con pufial en mano, y al pueblo, 4 levan- tarse en masa contra los reyes y el sacerdocio: hombres libres, que condenan el matrimonio como un grillete, ala- ban lalicencia como acreedora 4 una guirnalda, pintan el suicidio como un remedio, la embriaguez como un suefio delicioso, la obediencia como un envilecimiento, la autoridad como una usurpacion, y la sociedad toda y entera como un invento humano, y la vida del hom- bre como un escenario de sensualidad, donde no hay que pensar mas que en rosas y claveles, en vinos y en néctares, para morirse Juego como los brutos: hé aqui los Hamados 4 Ja ‘capital de la Campania, para formar contraste con los que se reunirén en Roma 4 establecer cuanto convenga para sacar al mundo de sus errores, y hacer que triunfe la verdad sobre Ja mentira, y sobre el vicio la virtud. Desde ahora damos 4 esos hombres Ja noticia cierta é infalible -de su derrota. Repetiremos aqui nuestra primera frase: tenemos fe en el porvenir. Torlas esas vo- ces de los hombres airados contra el concilio son el eco prolongado de las que dieron hace, ya diez y nueve cen- turias, sus padres en Ja incredulidad. Aundronse estos en concilio, y se juntaron para tratar de resistir 4 Dios, y 4su Ungido. Gritaron mucho y gritaron en vano: bramaron con furor, y pasé el ruido de sus voces, como pasan los ecos de un clarin, 6 las vibraciones del bron- ce: todo ese ruido se reducia 4 decir todos4 la vez: des- tricemos sus ataduras y sacudamos su yugo: (1) pero el (1) Psalm. 2. v. 3.