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3 me é . ‘ XLVEE! a * : ae . ; : . ms Ba ai nae ee se “ g E a a ah -V.-y Gltimo. — ry i‘. : ie {Por qué en una occasion como esta,en In-oush; toda la cristian- dad est& como en espectativa, se ha de publicar que puede poner- ‘se una! suavey prudente limitacion d las omnimodas atribuciones de la Silla romana, por medio de la*intervencion de la Iglesia con- : _grega? ;Se dice acaso por view de recreacion cientifica, 6 como se . lanzan en algunas ocasiones ciertas noticias, para que vayan for- E 1 ie bres 4 ciertas empresas? De cualquier modo que sea, y bajo eual- quier aspecto que esa proposicion se tome, esa suave limitacion © que se insinta con tanta habilidad, es una emboseada que eneubre muchas baterias contra la autoridad de la Iglesia. : Ya antes de ahora se han asestado esas baterias contra la Santa ee Sede apostélica, sufriendo esta los més rudos ataques. Ni han ter- _ minado esos embates, pues ahora mismo los est& recibiendo, aun- ‘ que paliados | bajo mantds especiosos de politica, de convenien- 4 cia, y aun de xcaridad simuladas, y hasta la consumacion s de los siglos ind recibiendo nuevas embestidas, siendo estas de la Be literatos asalariados de la mala politica, ni los combinadorés de c . notas diplomiticas Nenas de misteriosa oscuridad; que se ha ocul- ~ tado & la vigilancia de la Iglesia lo que encierran esas doctrinas, ~ ‘publicadas de algunos ailos 4 esta parte: el derecho de los pueblos 4 darse e 0 que més les plazca, la no intervencion en ne- ios de otro pueblo, la unificacion de ciertas provincias bajo un mo , pabellon, bien sabido es que todas esas doctrinas han teni- ~ do por objeto final la destruccion de la Santa Sede. Y este ha si- do. o el filtimo ensayo, el ensayo de la fuerza material contra el de- “= pues este es siempre el tiltimo resorte de que echa mano el Ee ie - error cuando combate contra la verdad. wf g _ obrar, en el cual han ‘alternado la violencia y la astusia? Porque | la experiencia de muchos siglos habia ensefiado 4 los enemigos de | la seguridad suprema de la Silla apostélica, que no habian ade- __ lantado nada con haberla dirigido sus ataques, poniendo de pan- : tala a algunos altos personajes . la misma Iglesia, de quienes mando evo en los corazones, y dispongan poco 4 poco & los hom. — ‘misma indole que los tiempos en que se verifiquen. No, erean los” Pero ypor qué se ha apelado en estos tiempos 4 ese mea de.

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