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XLV pefiascos altivos, y luego vuelvan & decirle: aqui estamos. Terrible fué contra los.que introdujeron con las investiduras- la ambicion en el clero,-con todos los crimenes que la acompaiian, asi como ser& terrible para el error y los erréneos todo el que los quiere coercer. Pero, sean esos avasalladores infcuos dela Iglesia y cuantos siguen sus ideas los que, imitando 4 los protestantes, llamen terribles 4 los defensores de la verdad, 6 intratables 4 los que rechazan toda E invasion en la Iglesia, intentando gobernarla, no habiendo recibido — de Cristo mision para hacerlo. Nosotros los catélicos no hablamos ____ asi, porque nos preciamos de ser justos, dando 4 cada accion el -_ galificativo metafisico que le corresponda. . Una vez hecha esta corta digresion sobre lo terrible de algunos s hombres, no dudamos decirles, 4 ellos y 4 todos, que por el conte- nido del Heraldo pueden ya rastrear lo que sera el librito del An- gel; porque si este tiene voz de leon, aquel contendré rayos del cielo: y jcontra quién se desenvainard la espada fulminea? jSerd contra el progreso, tomada la palabra en su sentido natural y ge- nuino? No. ;Ser& contra los adelantos en ciencias naturales, contra el conocimiento de las leyes que rigen el mundo material, contra el desenvolvimiento que tengan los principios fabriles, las empre- sas mercantiles, las artes liberales y cuanto contribuye 4 aliviar la suerte del hombre, y proporcionarle una felicidad relativa en la tierra? No: no, porque la Iglesia no es inconsecuente, y no puede destruir ‘oer hoy lo que ha edificado y afirmado ayer. = ard la Iglesia reunida en concilio las ciencias natura- or. ‘dios de la Grecia, y despues de purificarla de los errores que pulu- _taban en ella, la dié al mundo para que la estudiase? Y dividase zs como. Be quiera esa filosofia, en antigua y moderna, jno ha salido esta de aquella? Pues habiendo sido esta filosofia moderna hija de os ls antigua, tampoco la anatematizard la Iglesia hablando general- mente. Pero la Iglesia buscar4 en las ciengias naturales Jo que sea erréneo, y lo condenard: examinaré lo que sea reprobable en la fi- x losofia moderna, y lo reprobar4, alabando entre tanto y bendicien- a do 4 los que se ocupan incesantemente en el estudio de la natura- leza y de-sus leyes, con tal que sean buenos los medios y honesto el fin, pues ella sabe muy bien que Dios dijo al hombre al poco de lo es “ella Ja que conservé la filosofia de los antiguos s4-. oe eat 1