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XXXVIII en poner en la misma balanza lo que tiene los quilates del tiempo y lo que los tiene de la eternidad, y de ahi proceden los conceptos errados y las apreciaciones inexactas. Nosotros podemos decir desde ahora 4 cuantos intentan llevar 4 cabo la asimilacion de la monarquia de Jesucristo con las tem- porales del mundo, que pierden el tiempo, pues no han de conse- guir nada. Ocipense en hora buena los hombres en ver como se perfeccionan los gobiernos temporales de tos pueblos; pero, creén- nos, no pongan la mano en lo que Dios mismo ha organizado, por- que, cuando ménos lo piensan, tocan alld donde est4 encerrado el fuego eléctrico divino, que no saben manejar por no haber recibido mision para hacerlo, y de un solo chispazo caen por tierra y se atontan, no hablando despues sino como un atolondrado. Esas teorias del gobierno representativo son muy bellas; pero jen qué jardin se cojen manzanas que no tengan mucho del de las Hespérides? Hermoso es y encantador 4 la razon humana el con- siderar 4 un pueblo inmenso, que obedece 4 su soberano con sa- ber, nobleza é hidalguia; que se reune, habla y trata sus asuntos con moderacion y cordura; y que elige al que tiene més renombre de discreto y prudente, para que vaya al lado del rey, y alli trate con otros elegidos como él, y vea cuales son las necesidades de los pueblos, y se consagre 4 procurar el bien de sus hermanos, sin més mira que la de la gloria, que gana el héroe que se sacrifica por sus semejantes. Bello es, 4 no dudarlo, el cuadro que repre- senta 4 un gran monarea, sentado al frente de un congreso de los mayores de su nacion, hablando con todos, dyéndolos 4 todos, y tratando 4 todos con paz, dulzura y armonia sobre los intereses comunes, dictando medidas saludables, y formando leyes justas, y separandose despues 4 vivir cada cual bajo su vid y su higuera, co- mo dicen las Sagradas Letras: el rey velando por la obseryancia de las leyes y la felicidad de su pueblo, y este disfrutando de los faustos dias, que le han acarreado su sabiduria y su prudencia. Eso es muy bello: pero en realidad jexiste eso? ;No viene 4 ser tedo ello, como esos cuadros caprichosos que forman las nubes cuando el sol pasa por detr&s de ellas su majestuoso rostro Antes de sumergir las madejas inmensas de su luz entre las olas del gran mar? jDénde est& ese pueblo, pueblo en el sentido rigoroso de la =

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