BCCPAM000561-6-17000000000000

xvint decisiones,si no entran por ventura esas Ilamadas nacionalidades, atendido que los Obispos han de ir de todo el mundo, y unos estan habituados 4 respirar una atmésfera de republicanismo y de com- pleta libertad, y otros no han sabido salir de las trabas del go- bierno mon4rquico, lo que, 4 no dudarlo, ha de causar excisiones.- Asi lo han querido insinuar con mucha habilidad algunos de los hombres literatos que han tratado la materia; pero creemos que en eso puede haber algnn prisma, que objete 4 entendimien- tos, ilustrados sin disputa, luces algo turbadas; porque, despues de introducirse en las asambieas de tiempos pasados, y presenciar al- gunas, llamadas borrascas de discusion, que hubo en ellas, se su- pone que ahora tambien podr4n suscitarse rencillas de nacionali- dad, animosidades de opiniones teolégicas, y hasta cuestiones de competencia, de superioridad 6 inferioridad, lo que podria produ- cir un gran mal, en vez de tener buenos resultados. En esto, como es facil comprender, ya se ve la razon humana discurriendo con su natural lucidez, arguyendo, y con razon, que lo que succdié una vez puede ‘suceder otra, habiendo las mismas causas; todo eso es muy légico. 5 Pero si esos sabios deducen de lo pasado lo que pairs suceder en lo venidero, sednus permitidy tambien & nosotros sentarnos por unos momentos cerca de aquellas asambleas venerables, que hubo en afios bastante separados ya de las presentes generaciones, para poder decir 4 nuestra vez lo que ha de suceder en el futuro Con- cilio. Y desde ahora diremos que todo seré paz, caridad, armonia y concordia. Y nos atrevemos 4 afirmar que lo anunciamos sin mas luces que las del criterjo, porque no profetizamos el porvenir, deduciendo lo venidero de lo pasado accidentalmente, sino de lo que fué constante y habitual en los Concilios reunidos por autori- ~ dad ‘legitima, presididos por autoridad legitima y separados de las influencias puramente humanas: alli hubo siempre paz y caridad, y ahora tambien las habra, y desde ahora lo afirmamos. Los que discurren de otro modo, no carecen de légica, aunque sea esta su légica peculiar y su criterio individual, formado por efecto de sensaciones de actualidad. En estos tiempos de repre- sentacion, en punto 4 gobierno de los pueblos no se distingue mu- cho entre la monarquia de la Iglesia y las temporales del mundo, i 4 i |

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz